Cinco señales que anuncian una separación.
Son frecuentes las consultas que recibimos en el despacho en las que, si bien la decisión de poner fin a la relación no está tomada, sí es necesario tener información que permita saber cuál es el escenario en caso de que la ruptura llegue a producirse.
A raíz de estas consultas hemos podido detectar algunas señales que pueden alertar del fin de una relación, a las que prestar especial atención si te encuentras en esta situación, bien para reconducir la relación, bien para asesorarte ante un posible divorcio:
- Falta de comunicación e intimidad:
La comunicación es clave en toda relación: Que la comunicación fluya en una única dirección o que, ante cualquier interacción, resulte una discusión, puede indicarnos que algo no marcha bien. Esta falta de comunicación o la comunicación deficiente puede ser consecuencia de problemas subyacentes de la relación que no han sido abordados.
En esta situación, es normal que la conexión emocional se vea afectada y que los momentos íntimos tiendan a la desaparición. Cuando hablamos de intimidad es necesario poner énfasis en todas sus dimensiones: emocional, física y psicológica, siendo todos estos aspectos determinantes para la pareja. Así la falta de intimidad puede suponer una perdida de comunicación y empatía, lo que puede derivar en una carencia de apoyo emocional, desarrollándose una sensación de soledad dentro de la propia pareja.
- Desacuerdo en las metas a largo plazo, incluso en la crianza de los hijos.
El formar una familia implica tener un proyecto común. Para ello es esencial compartir ciertos valores, incluso objetivos, con la finalidad de “remar los dos en la misma dirección”. En este sentido, cuando la familia se amplía, la falta de ese proyecto común o los desacuerdos en la forma de ejecutarlo, pueden derivar en una crisis de pareja si no se abordan convenientemente.
Así el estilo de crianza y las bases de la educación de los hijos comunes han de ser consensuados pues lo contrario puede suponer la aparición de diferencias irreconciliables que terminen con la relación de pareja.
- Desinterés en el tiempo juntos:
Uno de los “síntomas” más evidentes es la falta de interés por uno o los dos miembros de la pareja en disfrutar de la compañía mutua. Así, en una relación es importante no perder de vista el cuidado a la pareja, reservando tiempo para ambos a fin de trabajar y fortalecer la relación.
En este sentido, el hecho de priorizar actividades individuales o en grupo, frente a pasar tiempo juntos es un claro indicador del distanciamiento de la pareja.
- Cambios en el comportamiento:
Cuando una relación se encuentra asentada, los cambios repentinos de comportamiento, de hábitos, de humor, etc. pueden ser indicativos de una situación de crisis.
En ocasiones, estos cambios pueden hacer sospechar de la existencia de la intención de poner fin a la relación cuando roles o acuerdos que se veían ejerciendo en la dinámica familiar, se modifican unilateralmente por uno de los miembros de la pareja. Por ejemplo, se modifica la jornada laboral para asumir tareas familiares hasta ese momento rechazadas, se producen cambios en la gestión de la economía familiar (cambio en la forma de afrontar los gastos, reducción de contribución, etc.). Esto puede ser indicativo de la ex
- Falta de confianza y compromiso:
Cuando aparecen signos de desconfianza (secretos, ocultación de información), la relación de pareja se ve inevitablemente afectada.
En idéntico sentido, la falta de compromiso en el proyecto común, rechazando o posponiendo decisiones importantes o no mostrando interés en la resolución de problemas comunes pueden ser indicativos de una situación de debilitamiento de la relación-
Es importante destacar que estas “señales” no tienen por qué determinar inevitablemente el fin de la relación o del matrimonio, pues pueden ser reconducidas si existe voluntad por ambas partes, realizando un esfuerzo conjunto, incluso contando con ayuda profesional, como podría ser la terapia de pareja.
No obstante, nunca está de más contar con asesoramiento legal a fin de conocer cuáles serían las consecuencias de la ruptura en caso de que finalmente llegara a producirse.